Este mes de junio nos acercamos hasta la comarca de la Cerdanya para disfrutar de un paisaje diferente al que estamos acostumbrados por Tarragona.
Concretamente nos dirigimos al pueblo de Lles de Cerdanya, desde donde esperábamos hacer una ruta circular que nos llevara hasta una altura suficiente para tocar un poco de nieve, antes de que los calores del verano la acabara fundiendo.
Finalmente conseguimos el "visto bueno familiar" para hacer la escapada de fin de semana Juan, Armando, Javier y yo. ¡ Vamos un clásico en las salidas de fin de semana!.
Fotografía de rigor antes de emprender viaje
Una vez pasamos La Seu d'Urgell empezamos a divisar, a lo lejos, la emblemática cara norte de la Serra de Cadí y que nos serviría de horizonte sur en toda la ruta del día siguiente.
Una vez llegados a nuestro destino, Lles de Cerdanya, estas eran las vistas desde el hotel Cal Rei donde nos alojábamos.
Parece un pueblo tranquilo, pero con una gran actividad en las zonas de recreo...
... y mucho tráfico en las calles.
Después de cenar todos a la cama que mañana hay que madrugar, no sin antes colgar la bandera.
El sábado amanece despejado y con buena temperatura...
... hasta te dan ganas de ponerte a jugar con los animalillos. Juan que te va a morder!... ¡Zasca, te lo dije!
Al fin todos preparados, otra vez foto de rigor y... al ataqueeeee!
Iniciamos la ruta por el camino que une Lles con Aransa (camí de Sant Cosme) y que ya nos deja ver nuestro objetivo a los pies del Pic de Perafita, que si no me equivoco es el pico de la izquierda.
Y en la vista opuesta, o sea al sur, la Serra de Cadí. Asomándose de la mochila de Juan la bota de vino y a su izquierda, al fondo, el pueblo de Musser.
Poco a poco el camino se convierte en un sendero y empieza a bajar hacia Aransa donde nos espera la sorpresa del día.
Solo salir del sendero y pisar asfalto me quedo con la palanca del cambio entre los dedos. ¿Y ahora qué?¿Como se monta esto?¿Por qué no habré hecho ese cursillo de mecánica? Suerte que Armando puso en práctica sus conocimientos de mecánica de fotocopiadoras (no sé que tiene que ver con mi bici) y le hizo un apaño que, todo sea dicho, aguantó toda la ruta.
Una vez arreglada mi Trek empezamos a subir hacia las pistas de esquí nórdico acompañados al principio por el sonido del agua del rio de la Verneda.
Según íbamos ascendiendo iba dominando el bosque de pino y quedándose atrás el bosque de ribera.
Y mas arriba empezaron a aparecer los pastos entre los pinos. En el centro de la foto un pequeño refugio de pastor y detrás, a la izquierda, el Cortal de l'Hereu Mateu. Y como siempre en el horizonte la Serra de Cadí.
Solo salir del sendero y pisar asfalto me quedo con la palanca del cambio entre los dedos. ¿Y ahora qué?¿Como se monta esto?¿Por qué no habré hecho ese cursillo de mecánica? Suerte que Armando puso en práctica sus conocimientos de mecánica de fotocopiadoras (no sé que tiene que ver con mi bici) y le hizo un apaño que, todo sea dicho, aguantó toda la ruta.
Según íbamos ascendiendo iba dominando el bosque de pino y quedándose atrás el bosque de ribera.
Y mas arriba empezaron a aparecer los pastos entre los pinos. En el centro de la foto un pequeño refugio de pastor y detrás, a la izquierda, el Cortal de l'Hereu Mateu. Y como siempre en el horizonte la Serra de Cadí.
En primer plano mi Trek sobre un palo informativo que sucumbe ante su fuerza, al fondo otra vista de nuestra meta.
Al cabo de un par de horas llegabamos al Refugio de El Fornell, estación de esquí de fondo de Aransa, donde comimos algo de fruta para recuperar fuerzas, menos Juan que prefirió una buena rodaja de pino.
A partir de la estación de esquí de fondo el camino dejó de estar asfaltado y la pendiente era mas acusada.
En menos de 2km se llega al refugio de Prat de Miró donde cogimos el camino de la derecha dirección a Les Pollineres.
A estas alturas de la ruta sobrepasábamos los 2000m de altura sobre el nivel del mar y las vistas se abrian a un mar de bosques de pino negro.
Entre la velocidad que llevabamos y lo cerradas que eran algunas curvas, nos vimos obligados a inclinar las bicis a límites insospechados. Buen ejemplo en la foto de Armando rozando el suelo con la rodilla.
Una vez pasado el Coll del Pas de la Pera a 2150m una ligera bajada hasta la casa forestal de Les Pollineres. En este punto cogimos el camino de la izquierda que sube a Els Llacs de la Pera.
Al cabo de poco empezamos a encontrar manchas de nieve y algunos inconscientes tenían que probarla.
En este último tramo, antes de llegar al primer lago, el paisaje ya es de alta montaña. Algunos arboles, mucho granito, torrentes de agua por todas partes...
... y abundante nieve incluso en el camino, aunque solo en un rincón tuvimos que bajarnos de la bici para poder pasar. En el centro de la foto Juan, escapado, antes de llegar a la meta.
Por fin llegamos al punto mas alto de la ruta, 2.357m (Refugi dels Estanys de la Pera), donde nos autopremiamos con un merecido almuerzo de pastor (embutidos, queso y bota de vino)
El Perafita con sus 2753m nos tentaba, pero la cantidad de nieve que habia ( y que hacemos con las bicis... y que hacemos con las maltrechas piernas... y que hacemos con Armando...) nos hizo desistir.
Así que dejamos las bicis un momento...
... y nos acercamos al Estany Gran de la Pera situado a sus pies antes de reanudar el camino de vuelta a les Pollineres.
No sin antes parar a hacer una foto al Estany Petit con la Serra Airosa detrás.
Mientras Juan y yo nos fuimos a investigar un lago que aparecía en el GPS y que resultó ser solo una zona inundable, Javier y Armando se fueron de viaje astral.
De vuelta a Les Pollineres aprovechamos para hacer varias fotos... Juan en el lago...
... él y yo haciendo el mono al lado del rio...
... Javier pisando charcos...
... Armando poniendo los pies en remojo...
... y foto de grupo sobre el puente de madera antes de continuar la ruta.
A partir de aquí, hasta el refugio de Pradell el camino era prácticamente llano.
Una parada en el Riu de la Caülla antes de afrontar los 4 km de bajada hasta Cap de Rec.
La pista es muy buena y disfrutamos como niños sabiendo que no teníamos que volver a pedalear en subida.
Y al final, la recompensa del guerrero... buena sombra y bebida fresca en el jardín del hotel.
Ahora me doy cuenta que de los últimos 7km desde Cap de Rec a Lles no hay fotos, pero a veces tengo que elegir entre disfrutar de las bajadas o hacer fotos y casi siempre ganan las primeras.
Al cabo de un par de horas llegabamos al Refugio de El Fornell, estación de esquí de fondo de Aransa, donde comimos algo de fruta para recuperar fuerzas, menos Juan que prefirió una buena rodaja de pino.
A partir de la estación de esquí de fondo el camino dejó de estar asfaltado y la pendiente era mas acusada.
En menos de 2km se llega al refugio de Prat de Miró donde cogimos el camino de la derecha dirección a Les Pollineres.
A estas alturas de la ruta sobrepasábamos los 2000m de altura sobre el nivel del mar y las vistas se abrian a un mar de bosques de pino negro.
Entre la velocidad que llevabamos y lo cerradas que eran algunas curvas, nos vimos obligados a inclinar las bicis a límites insospechados. Buen ejemplo en la foto de Armando rozando el suelo con la rodilla.
Una vez pasado el Coll del Pas de la Pera a 2150m una ligera bajada hasta la casa forestal de Les Pollineres. En este punto cogimos el camino de la izquierda que sube a Els Llacs de la Pera.
Al cabo de poco empezamos a encontrar manchas de nieve y algunos inconscientes tenían que probarla.
En este último tramo, antes de llegar al primer lago, el paisaje ya es de alta montaña. Algunos arboles, mucho granito, torrentes de agua por todas partes...
... y abundante nieve incluso en el camino, aunque solo en un rincón tuvimos que bajarnos de la bici para poder pasar. En el centro de la foto Juan, escapado, antes de llegar a la meta.
Por fin llegamos al punto mas alto de la ruta, 2.357m (Refugi dels Estanys de la Pera), donde nos autopremiamos con un merecido almuerzo de pastor (embutidos, queso y bota de vino)
El Perafita con sus 2753m nos tentaba, pero la cantidad de nieve que habia ( y que hacemos con las bicis... y que hacemos con las maltrechas piernas... y que hacemos con Armando...) nos hizo desistir.
Así que dejamos las bicis un momento...
... y nos acercamos al Estany Gran de la Pera situado a sus pies antes de reanudar el camino de vuelta a les Pollineres.
No sin antes parar a hacer una foto al Estany Petit con la Serra Airosa detrás.
De vuelta a Les Pollineres aprovechamos para hacer varias fotos... Juan en el lago...
... él y yo haciendo el mono al lado del rio...
... Javier pisando charcos...
... Armando poniendo los pies en remojo...
... y foto de grupo sobre el puente de madera antes de continuar la ruta.
A partir de aquí, hasta el refugio de Pradell el camino era prácticamente llano.
Una parada en el Riu de la Caülla antes de afrontar los 4 km de bajada hasta Cap de Rec.
La pista es muy buena y disfrutamos como niños sabiendo que no teníamos que volver a pedalear en subida.
Y al final, la recompensa del guerrero... buena sombra y bebida fresca en el jardín del hotel.
Ahora me doy cuenta que de los últimos 7km desde Cap de Rec a Lles no hay fotos, pero a veces tengo que elegir entre disfrutar de las bajadas o hacer fotos y casi siempre ganan las primeras.
1 comentario :
que grandes sois!!y que envidia...Espero poder acompañaros en la próxima. Buen reportaje Manager!
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